Carta del Presidente

Santiago Gómez Ramos, presidente de APPA Renovables

Las energías renovables, tras décadas de investigación y desarrollo, se han convertido ya en la mejor forma de generación energética. En un par de décadas se ha pasado de la apuesta a la realidad, de la promesa a la generación de riqueza y empleo. Desde 1987, la Asociación de Empresas de Energías Renovables – APPA Renovables – ha defendido en España un modelo energético más sostenible basado en energías limpias. Hoy, más de treinta años después, cuando gran parte del amplio abanico tecnológico renovable ya ha alcanzado su competitividad económica, la identificación por parte de la sociedad de estas energías como la solución a nuestro futuro energético es clara.

No estamos únicamente ante una apuesta medioambiental o una necesidad para recortar la grave dependencia energética del Viejo Continente y de nuestro país. Con una reducción de costes que en la última década ha variado entre el 70% de la eólica y el 89% de la fotovoltaica (Levelized Cost of Energy 13.0, Lazard), las energías renovables constituyen una apuesta global. Según BloombergNEF, en esta última década en la que finalmente se ha conquistado la competitividad económica, las renovables se han convertido en protagonistas del nuevo sistema eléctrico mundial. Si hace una década el 40% de la nueva generación eléctrica mundial era renovable, en 2020 se ha pasado al 75% de la nueva potencia. El reto para el futuro es consolidar esta transición del sistema eléctrico y llevar las renovables a aquellos sectores donde aún su presencia es minoritaria como el transporte o los usos térmicos.

Una vez aceptado el punto de partida, que es nuestro mix energético actual. Debemos dar los pasos hacia esa economía descarbonizada, más limpia y sostenible, teniendo claros los objetivos, conociendo nuestras fortalezas y disponiendo de una estrategia sobre la que perseverar.

Si aprovechamos nuestro extraordinario recurso renovable, España podrá reducir su dependencia energética, conjugando los objetivos medioambientales con los económicos porque, gracias a la competitividad alcanzada por algunas tecnologías renovables, el cambio de modelo energético puede suponer una reducción efectiva de los costes energéticos.

Es mucho el potencial que tienen las energías limpias en los sectores difusos

Es mucho el potencial que tienen las energías limpias en los sectores difusos, pero debemos entender cuál es la razón última de llevar a cabo la Transición Energética para nuestro país. La lucha contra el Cambio Climático es una magnífica razón para acometer el cambio de nuestro modelo pero no es suficiente. Es necesario un esfuerzo global para reducir unas emisiones que, no olvidemos, contabilizan igual si se producen en nuestro país que al otro lado del globo. Algo muy distinto es si nos referimos a la contaminación local y a la salud de nuestros ciudadanos. Y algo también muy distinto es si hablamos de industrialización, generación de riqueza y creación de empleo.

Como reflejamos año tras año en nuestro Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, los beneficios en forma de generación de empleo, balanza de pagos y aportación al PIB nacional de las renovables son sustanciosos. A la espera del efecto que el impulso de 2019 supondrá en los datos macroeconómicos, en 2018 81.924 trabajadores dependían del sector renovable en España y la actividad del sector sumó 10.521 millones de euros a nuestro PIB. Incluso cuando la comparación directa entre la generación fósil y las renovables era negativa para las últimas, el análisis completo en generación de industria, riqueza y empleo de esas energías convertían la lectura en positiva.

De cara al futuro, la Agencia Internacional de Energías Renovables IRENA ha sido clara: las economías que apuesten por las energías renovables tendrán una recuperación más rápida en el escenario post-COVID. Según el informe “Post-COVID recovery: An agenda for resilience, development and equality”, por cada dólar invertido en renovables se recuperan entre tres y ocho. Convirtiendo a las energías limpias en un pilar fundamental de la recuperación económica futura.

En nuestro país, el desarrollo renovable ha sido desigual en el tiempo y, de cara al futuro, es necesario que contemos con planificación a largo plazo y consenso político. La planificación debe construirse alrededor del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, alabado en Bruselas; y el consenso debe existir para cimentar y consolidar en el tiempo las políticas de fomento que se desarrollen. Las inversiones en renovables suelen contar con un fuerte apalancamiento por lo que son muy susceptibles a los cambios regulatorios, garantizar la estabilidad regulatoria durante la vida útil de los proyectos es fundamental para nuestro sector y es necesario que los grupos políticos garanticen esta estabilidad.

En la próxima década tenemos objetivos muy ambiciosos en materia renovable

En la próxima década tenemos objetivos muy ambiciosos en materia renovable: duplicaremos la potencia instalada, se generarán inversiones superiores a los 100.000 millones de euros y se crearán más de 100.000 empleos en España. Para conseguir que estos números se hagan realidad y las renovables contribuyan a la recuperación económica como todos deseamos, es imperativo que Gobierno, empresas y sociedad recorramos juntos el camino de la Transición Energética. Si así lo hacemos, las renovables no serán un coste sino una magnífica inversión para nuestro modelo económico.

Tras mi elección como presidente de APPA Renovables en junio de 2020, cojo el testigo de muchas generaciones de empresarios que han dado lo mejor de sí mismos para que nuestro país cuente con un modelo energético más sostenible en el que las distintas tecnologías renovables se complementen para dotarnos de energía limpia. Ha querido el destino que el inicio de mi mandato coincida con la mayor crisis tras la Segunda Guerra Mundial, propiciada por la pandemia del COVID19. Pero también esta situación, con todos sus aspectos negativos, nos ha brindado imágenes de cielos más limpios en las grandes urbes, de los canales de Venecia cristalinos o de un aire más puro para los ciudadanos.

Como vemos, otra realidad es posible y, si todos los actores ponemos de nuestra parte, el futuro renovable que llevamos años anunciando se hará realidad. Os invito a conocer nuestra Asociación, la más antigua e integradora del sector, y os animo a que trabajemos juntos para que las condiciones del desarrollo renovable se hagan realidad.

Atentamente,

Santiago Gómez Ramos
Presidente de APPA Renovables